La bella ruta que ahora os
proponemos sobrepasa nuestro límites regionales, aunque en muy
pocos kilómetros.
Esta ruta transcurre por el valle
del mismo nombre, en el que podemos encontrar una gran variedad de
flora y fauna.
El Valle de las Batuecas está
enclavado, prácticamente, entre los límites de Extremadura y
Castilla-León, lo que nos ofrece un sinfín de posibilidades al
margen del sendero recomendado.
De la parte extremeña tenemos Las
Hurdes. Región conocida antaño con distintas caras (la visita de
Alfonso XIII y la polémica película de Buñuel dan muestra de
ello), ahora se presenta con una renovada belleza y un floreciente
despertar turístico, aunque hay zonas que guardan todavía su
perfil más añejo.
Pueblos como Pinofranqueado o
Caminomorisco, que hacen de columna vertebral a la comarca
hurdana; El Gasco y Ovejuela, que poseen en sus inmediaciones
otros bonitos "chorros"; Las Mestas, famoso por el producto que
vende un singular vecino: "El Ciripolen"...
Y si la zona extremeña, con las
Hurdes, nos ofrece multitud de alternativas, la parte salmantina
no se queda atrás, Enclaves como la Alberca, declarada Monumento
Nacional, con sus empinadas calles y bellísimas plazas, en la que
destaca la Plaza Mayor con sus pórticos, son dignas de una
detallada visita.
Sus alrededores -sobre todo en
otoño, pues priman los robledales y castaños- son de una belleza
insuperable que podremos culminar con la subida a la Peña
de Francia. El Monasterio y mirador harán que el ascenso haya
valido la pena.
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Para terminar os diré que para no
llevarnos una desilusión con la cascada, es preferible visitarla
después de varios días de lluvia o a principios de la primavera,
momentos en los que la catarata es bastante caudalosa.
Suerte y al "Chorro".
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